Nadie conoce, en realidad, en qué fecha comenzó a celebrarse la Fiesta de la calle de la Esperanza, probablemente se remonte a 1967 o 1968 cuando al “Tio Ramonet” se le ocurrió fabricar el primer cohete de la Era Espacial de la costera que partía de Canals con dirección Sagres. A partir de ahí los vecinos tenían que soportar su afición pirotécnica durante todos los veranos, fuera la hora que fuera, y harto de las continuas broncas decidió “oficializar sus disparos” organizando la primera de las fiestas que se celebró en Octubre de 1973. A partir de esa fecha los vecinos comenzaron a pensar en organizarlas con mucho más esplendor.
Aunque siempre actuó como consejero y alma de la Fiesta, el “Tio Ramonet” pasó el relevo, para el siguiente año, a un grupo de vecinas: Vicenta Granero, Rosita Lázaro, Carmen Carbó, Matilde Morales, Isabel Navarro y Mª Dolores Moreno, Matilde Valles, la “Quitota”, que, montando Rifas y loterías (quién no recuerda las rifas de los Domingos a las 12 del mediodía tras la traca de ritual) organizaron las fiestas de 1974.
Su primera iniciativa fue encargar la realización de una Imagen de la Virgen de la Esperanza, lo cual no fue fácil. [En 1998 año en que se celebró su 25 aniversario y en que se hizo un recordatorio de los orígenes de la fiesta, e incluso en la actualidad, seguimos sin saber cual es la verdadera imagen que deberíamos utilizar]. Esto dio lugar a una de las anécdotas de ese año 1974: Cuando llegaron a la Iglesia para la bendición de la imagen y el Sr. Cura les preguntó ¿qué imagen es esa y porqué no está sentada? Sigue esperando la respuesta.
El 8 de Septiembre de 1974 fue bendecida la primera imagen de la fiesta, ¡sí la primera!, apenas llegó a procesionar unos 50 metros antes de irse al suelo la imagen y hacerse añicos. Dicha imagen era de porcelana y gracias a las labores de pegado y maquillaje de Faustino y del portador de la virgen Manolo, ésta fue bendecida.
Durante la celebración de la fiesta, siempre han tenido lugar gran cantidad de actos a lo largo de todo el fin de semana. “Despertá”, procesión, “chocolatá”, cucañas, carreras de sacos, curiosamente siempre ganadas por Matilde “con alguna trampilla”, “cordás” famosas en toda Canals, las divertidas verbenas, “mascletá” en las que se poníamos a prueba la resistencia de las casas y, sobretodo, las entrañables cenas en la calle en compañía de todos los vecinos junto al “Gato” y su acordeón, la música cedida por Ricardo Mallol, los divertidísimos chistes de Gadea, los sobresaltos y sustos que daba el Tio Ramonet y los disfraces de Pepe y su suegro Manolo.
Durante años fueron la Tía Carmen”la polla”, la Tía Mª Dolores y el “Tio Ramonet” los encargados de organizar la fiesta, nunca fallaban, los demás podían estar tranquilos. Hasta que, como es ley de vida, la Virgen de la Esperanza decidió llamarles para que le montarán personalmente fiestas a Ella. Sabemos que lo celebrarán por todo lo alto, incluso con traca, y que la Tía Mª Dolores guisara una cazuela de arroz al horno que más de un ángel se chupará las alas.
Claro está, aquí la fiesta también debía continuar y para ello surgió una familia, que sorprendió por sus ganas de trabajar y de pasarlo bien pero sobretodo de hacérselo pasar bien a los amigos y vecinos: Manolo, María, Pepe y Maruja se convirtieron en unos grandes festeros y con ellos se consiguió un gran renombre para la fiesta.
Actualmente son todos los vecinos los que con su aportación hacen posible este acontecimiento de la fiesta de la Virgen de la Esperanza y por ello queremos agradecérselo y animarles a que no pierdan la tradición que engrandece a nuestra comunidad y Parroquia.